martes, 10 de marzo de 2009

Poliquetos comensales de corales solitarios

Si en la entrada anterior de este blog hablábamos de parasitismo en el registro fósil, en ésta abordamos otro tema igual de interesante, el comensalismo registrado por evidencias icnológicas.

De esto trata el artículo de Jordi Martinell y Rosa Domènech que acaba de ser publicado en Acta Palaeontologica Polonica. En él se describe un nuevo icnogénero, Sulcichnus, que hasta ahora había pasado desapercibido, por lo menos en la literatura icnológica, a pesar de su gran abundancia en el Neógeno del área mediterránea.

Sulcichnus es una estructura de bioerosión que aparece como un surco sobre la superficie de la teca de diversos géneros de corales solitarios (cariofílidos y flabélidos). El estudio de abundante material de las cuencas pliocenas mediterráneas ha permitido diferenciar tres morfologías que se corresponden con tres nuevas icnoespecies: S. maeandriformis con morfología sinuosa, S. helicoidalis que envuelve helicoidalmente al coral, y S. sigillum con una forma que recuerda un hierro de marcar reses.

Sulcichnus tiene un análogo moderno casi perfecto en el eunícido Lumbrineris flabellicola, un gusano poliqueto que perfora un surco en la teca de corales y que presenta una extensa distribución geográfica apareciendo en el Atlántico, Índico y Pacífico. La pareja coral-eunícido aparece hoy en día a profundidades entre 125 y 1.100 m, mientras que el material plioceno proviene de áreas marinas someras señalando su migración a aguas más profundas.

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Como complemento a esta entrada, aquí podeis ver una presentación sobre el tema correspondiente a una comunicación presentada en el Workshop de Bioerosión que se celebró en Erlangen hace 3 años.

domingo, 8 de marzo de 2009

Infestación de poliquetos en una ciénaga colombiana

Diversos parásitos pueden atacar y causar daños en los cultivos de ostras y otros moluscos. Entre ellos se encuentran los poliquetos espiónidos que perforan las conchas reduciendo su valor comercial. Pero éste no es un fenómeno nuevo. Miembros de nuestro grupo publican un artículo sobre un yacimiento paleontológico del Cuaternario de Colombia, con una antigüedad de algo más de 4000 años, en el que las conchas de diversas especies de moluscos aparecen intensamente perforadas por la acción de estos organismos. La evidencia de esta relación es la traza fósil conocida como Caulostrepsis taeniola. Las valvas de la ostra de mangle (Crassostrea rhizophorae) pueden alojar hasta 85 perforaciones individuales, con una media de 60, mientras que el efecto es menor aunque importante en otro bivalvo, Anomalocardia brasiliana, y en el gasterópodo Melongena melongena. El afloramiento del Totumo, donde se han realizado los hallazgos, registra una antigua ciénaga litoral con salinidad reducida y ocupada por manglares situada a unos 2 km de la costa actual. Las dos especies de bivalvos se explotan comercialmente en la actualidad por lo que el análisis de la bioerosión en condiciones naturales sin influencias antrópicas puede servir como patrón de referencia en el marco de estudios de paleobiología de la conservación.